La esperanza de la gente de alcanzar fama, reputación, satisfacción en la vida, seguridad existencial y provisión de jubilación a través del trabajo duro, la inventiva y una fe inquebrantable se ha convertido cada vez más en un error en las últimas décadas. La constante caída del poder adquisitivo de las monedas nacionales (dinero FIAT) hace que se cuestione cada vez más el valor del tiempo de trabajo, por lo que no es sorprendente que las generaciones futuras ya no puedan esperar ninguna perspectiva de autosuficiencia y salud estables.
La salud humana se basa en la salud de los animales y las plantas, requiere un espacio vital saludable y sólo puede pagarse con el rendimiento, del mismo modo que la explotación ha llevado al enriquecimiento de (no necesariamente de todas) las personas. La pérdida del poder adquisitivo destruye todo equilibrio, el flujo patológico de dinero hacia unas pocas elites mega-ricas (efecto Cantillon) destruye todo espacio vital.
La respuesta es: un sistema de dinero fuerte, que debe ser raro, idealmente mejor que el oro (!), que se gestiona de forma descentralizada y no debe dejarse en manos de ninguna parte de confianza y que hace que el progreso tecnológico sea cada vez más atractivo a través de una tendencia deflacionaria, crea finanzas, así como recursos humanos para renaturalizar nuestro entorno. Porque una cosa está clara: si no empezamos ahora en el lugar correcto, este globo sobrevivirá, pero la mayoría de las personas y los animales no: ¡el