Los alimentos fermentados también son ricos en bacterias probióticas, que pueden tener un efecto positivo en la flora intestinal. Estas bacterias buenas ayudan a combatir las bacterias dañinas, regulan la digestión y reducen la inflamación en el intestino.
¡Y nuestro intestino es increíblemente importante para nuestra salud y bienestar!
Probablemente lo sepas: las flatulencias que nos aquejan después de comer son sumamente desagradables.
Algunos incluso padecen alergias a los alimentos, como enrojecimiento de la piel o calambres estomacales.
Aquí la flora intestinal suele verse alterada, pero desempeña un papel crucial.
El intestino no sólo se encarga de digerir los alimentos. También asegura que absorbamos los nutrientes de los alimentos.
¡También puede afectar nuestro estado de ánimo!
Los alimentos fermentados tienen muchas bacterias probióticas que son buenas para la flora intestinal.
Estas bacterias buenas ayudan a combatir las bacterias malas, regulan la digestión y reducen la inflamación.
Entonces, si comes alimentos fermentados, ¡estás haciendo algo bueno para tus intestinos!
¡Y no son sólo tus intestinos los que te lo agradecerán!